3. Receptores respiratorios

El objetivo principal de la respiración consiste en mantener unos valores apropiados de los gases sanguíneos, de forma que se puedan cubrir las demandas metabólicas de O₂ del organismo y eliminar el CO₂ tóxico generado del metabolismo.

La situación de la respiración se encuentra permanentemente monitorizada por un sistema de sensores o receptores encargados de recoger y enviar la información al SNC.

Quimiorreceptores periféricos: Cuerpos carotídeos localizados bilateralmente en el cuello, en la unión entre las arterias carótidas interna y externa y cuerpos aórticos, dispuestos a lo largo del cayado aórtico. Responden a la presión parcial de oxígeno (PO₂) en la sangre arterial, y directamente con la presión parcial de anhídrido carbónico (PCO₂) y la concentración de hidrogeniones en sangre (H+).



Quimiorreceptores centrales. Situados en el sistema nervioso central, próximos a la superficie ventral del bulbo raquídeo. responden a los cambios químicos en la concentración de H+ del líquido extracelular que los rodea.



Receptores pulmonares
. Son un conjunto de sensores que informan al sistema nervioso central del estado de los pulmones. Todos ellos se encuentran inervados por el nervio vago. Se reconocen los siguientes:

    • Receptores de estiramiento o de adaptación lenta: se sitúan entre las fibras musculares lisas de las vías aéreas. Su estimulación por la insuflación pulmonar condiciona el llamado reflejo de Hering-Breuer de insuflación, consistente en el cese de la inspiración, una prolongación del tiempo espiratorio y el descenso en la frecuencia respiratoria.



    • Receptores de irritación o de adaptación rápida: constituidos por terminaciones nerviosas libres, situados principalmente en epitelio y submucosa. Estimulados por una amplia variedad de irritantes químicos y mecánicos: humo de tabaco, partículas de polvo, histamina, amoníaco, etc. Se ven implicados en la aparición ocasional de inspiraciones más profundas o suspiros que previenen la aparición de zonas de colapso alveolar en los pulmones.



Mecanorreceptores musculares y de la pared torácica: están situados en el diafragma, los músculos intercostales y accesorios de la respiración y las articulaciones costovertebrales y costo esternales. Responden al cambio en longitud, tensión o movimiento de estas estructuras anatómicas.
    • Husos musculares: responden a los cambios en la longitud del músculo y son responsables de la contracción muscular refleja al estiramiento. Son más abundantes en los músculos intercostales que en el diafragma.
    • Órganos tendinosos de Golgi: situados en el punto de inserción de las fibras musculares con su tendón. Detectan la fuerza de la contracción muscular ejercida por los músculos de la respiración.
    • Propioceptores articulares: captan los movimientos torácicos inducidos por la respiración.


Receptores del dolor y la temperatura: la percepción de dolor o el incremento de la temperatura pueden determinar incrementos de la ventilación.

Barorreceptores arteriales: la estimulación de los barorreceptores arteriales aórticos y carotídeos por cambios en la presión arterial produce incrementos de la ventilación, si la presión arterial baja, o descensos de esta, si la presión sube.